Pendientes políticas públicas que hagan realidad las garantías jurídicas

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La violencia de género, la atención de la justicia y el empoderamiento político son tres ejes que aún aguardan políticas transversales eficaces.

 

Natanael Disla y Dilenia Medina

 

(Santo Domingo, 8 de marzo de 2013).El Día Internacional de la Mujer de 2013 encuentra a República Dominicana con tareas pendientes respecto a los derechos de las mujeres. La violencia de género, la atención de la justicia y el empoderamiento político son tres ejes que aún aguardan políticas transversales eficaces.

El Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), en su documento de análisis “Sistema de atención a la violencia contra las mujeres: alcances y desafíos, 2013”, señala que el 52% de la población considera que los principales problemas que enfrentan las mujeres dominicanas son el abuso, el acoso, el maltrato y la violencia. En tal sentido, se observa que los expertos en el tema indican que los femicidios se han convertido en una epidemia1.

En ese sentido,el informe señala que una de cada cinco mujeres mayores de 15 años ha sido víctima de violencia. Se afirma, además, que en 2012, 103 mujeres fueron asesinadas por sus parejas, ex parejas o allegados, y que en el período agosto-diciembre de ese mismo año se reportaron 1,397 casos de violencia a la línea de emergencia del Ministerio de la Mujer. Aproximadamente 270 fueron rescatadas.

En su “Lista de cuestiones críticas presentadas al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW)” durante su 53° período de sesiones de octubre de 2012, el grupo de enlace en República Dominicana del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) señaló que la judicialización de las denuncias por violencia contra las mujeres sigue estando muy por debajo de los casos recibidos. Aun el número de condenas por estos delitos sigue siendo ínfimo. Asimismo, sostiene que el sistema de atención a sobrevivientes de violencia sigue siendo débil y solo se asienta en el Ministerio Público.El informe del CLADEM (2013) señala:

En el año 2010, las fiscalías a nivel nacional recibieron un total de 60,000 denuncias de violencia de género y de 60,000 el año anterior. De las denuncias recibidas el primer año, sólo 4% llegó a los tribunales. Los números de condenas y/o procesamiento de casos de violencia contra las mujeres no se acercan al número de denuncias, en el 2010 de decenas de miles de miles de denuncias, solo se judicializaron 476 casos de violencia contra las mujeres, con apenas 66 agresores condenados; este dato es un indicador de un sistema de gestión centrado en la atención, no así en la eficaz sanción, o peor aún, en una efectiva prevención, la impunidad sigue siendo la norma.

En la agenda de los partidos políticos sigue pendiente la formación política de mujeres de base, que tienda a elevar los porcentajes de mujeres electas en los niveles congresional y municipal.

No obstante, de acuerdo a lo expresado por Alejandrina Germán en su exposición “Liderazgo y posicionamiento político y social de la mujer en la República Dominicana”,

…en la Cámara de Diputados por ejemplo, el número de mujeres electas pasa de 16.1% en el 1998 a 20.8% en el 2010. El porcentaje de síndicas electas pasó de 1.7 a 7.7% en el mismo período. El número de regidoras avanzó de 24.7% en el 1998 a 33.3% en el 2010, cumpliéndose la cuota por primera vez en este puesto. (Datos oficiales de la Junta Central Electoral, 2010).

Aunque se verifican algunos avances en lo referente a la participación femenina en los ámbitos político, social y económico, el mismo no se ha logrado en la toma de decisiones, siempre en manos de los hombres.

Lo anteriormente expuesto indica que a pesar de los avances en términos jurídicos, en la práctica queda mucho por hacer. La discriminación femenina se mantiene en los aspectos referentes a la pobreza, situación salarial, participación y poder político2, situación que de alguna manera aleja las posibilidades de equidad de género.

Las políticas públicas tendientes a empoderar a las mujeres son “insuficientes, débiles y fragmentadas”, condiciones que se extrapolan al enfrentamiento de la violencia ejercida hacia la mujer. En ese sentido, es fundamental elaborar políticas integrales firmes, contundentes y preventivas que aúnen los sectores salud, educación y justicia.

El escenario planteado en base a las tareas pendientes requiere la elaboración de planes y proyectos que involucren a hombres y mujeres en el empoderamiento de estas últimas en todas las áreas, con el fin de alcanzar nuevos logros y nuevos niveles de equidad. Por tanto, las intervenciones deben posibilitar la articulación entre el Estado, la sociedad civil organizada y la sociedad civil popular, con la participación además, del sector empresarial a fin de orientar un cambio definitivo en las tendencias culturales y educativas dentro de la sociedad dominicana.

Promover estas transformaciones contribuiría sustancialmente al respeto de los derechos fundamentales de las mujeres y de todos los seres humanos.   

Referencias

Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Sistema de atención
       a la violencia contra las mujeres: alcances y desafíos, 2013. Recuperado de http://intec.edu.do

Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres
(CLADEM). Lista de cuestiones críticas presentadas al Comité CEDAW. Octubre 2012.
       Recuperado de http://www2.ohchr.org/

Germán, A. Liderazgo y Posicionamiento Político y Social de la Mujer en la República Dominicana.
Exposición presentada en el Seminario “Día Internacional de la Mujer, 2011:
       Avances y Desafíos”, 7 de marzo de 2011. Recuperado de

http://mujer.gob.do/LinkClick.aspx?fileticket=AGMMaulzYCY%3D&tabid=160&mid=696

Rodríguez. C. (2012, 24 de julio). La fiscal cree feminicidios son una epidemia. El Caribe.
       Recuperado de Elcaribe.com.do.

 


1. Declaraciones de Yeni Berenice Reinoso, fiscal del Distrito Nacional.

2. A pesar de la cuota de 33% asignada a las mujeres en términos electorales.