Protestas sociales en R.D. ¿Movimiento social o movimientismo?

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Las movilizaciones actuales se caracterizan por el uso de las redes sociales para su convocatoria, de modo que surgen de manera supuestamente espontánea, auspiciadas por grupos sociales entre los que se cuentan el Movimiento Justicia Fiscal, Se Puede, Toy Jarto, Red de Acción Política, La Multitud, Juventud Caribe, Juventud Alianza País, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Foro Social Alternativo, Movimiento Campana Crece, Foro Ciudadano, Movimiento Articulación Nacional Campesina, Cero Desalojo. Dignidad Dominicana y Proyecto Zurdo.

 

 

Dilenia Medina
Coordinadora

 

 

(Santo Domingo, 13 de diciembre 2012). Hoy día, el escenario mundial se observa convulsionado por una serie de protestas que se están verificando en distintos países: los Indignados de España, los Occupy de Wall Street, extensivo a varias ciudades estadounidenses, los Occupy London… En Chile, Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y hasta en República Dominicana, los indignados se han manifestado por una u otra razón.

Ante esta avalancha de protestas cabe preguntarse: ¿los grupos participantes de estas actividades en el país podrían considerarse como movimientos sociales o como organizaciones movimientistas?

Esta disyuntiva implica aclarar la diferencia entre los términos “movimiento social” y “movimientismo”. El primero de ellos (movimiento social) es polisémico y anteriormente, según García (sf), se consideraba al movimiento social clásico o clasicista como “masas irracionales y no adaptadas a lo instituido”; ahora, “los movimientos sociales ya no son los 'tumultos', sino que son actores críticos de la sociedad actual, de la sociedad moderna”.

Martí i Puig (2004) enumera cuatro elementos principales de los movimientos sociales: son actores colectivos que poseen una relativa estabilidad organizativa, una comunidad de intereses entre sus miembros, una línea de acción coordinada y la voluntad de intervenir en la política, incidiendo en la búsqueda de solución al conflicto.

Ejemplo en el país de movimiento social es la denominada Coalición por una Educación Digna. Otros ejemplos relevantes lo constituyen el Movimiento de los sin Tierra, en Brasil, y el Movimiento Indígena de Bolivia, entre otros.

Acerca del movimientismo, Campos Arenas indica:

El movimientismo es un tipo de empirismo que se centra en el movimiento por el movimiento mismo, cuyo gran lastre es participar en las luchas populares, pero sin tener un norte, una meta clara, no hay línea a seguir, no tiene rumbo; se podría decir que es una lucha a ciegas, una lucha de clases embrionaria (2009).1

Asimismo, Tanaka indica que el movimientismo

[…] consiste en un tipo de expresión colectiva de los actores sociales populares en la arena política, en la que se hace racional maximizar y politizar las demandas por bienes públicos, tomando ventaja del respaldo de un conjunto de grupos de apoyo (básicamente partidos y ONGs2), para negociar ante el Estado.

Luego de la aclaración anterior, al abordar el tema de las protestas sociales realizadas en contra de la reforma fiscal, el déficit fiscal, la corrupción y la impunidad –además de otros reclamos agregados– cabe decir que esta situación ha dado lugar al surgimiento de nuevos grupos sociales aunados a otros ya existentes. (1999).3

A tal fin, Cuesta advierte:

Bajo determinadas circunstancias políticas, sociales, económicas y hasta particulares de aquellos llamados a escribir la historia con sus hechos, esa sucesión de sucesos adquiere un carácter cíclico: tiende a repetirse con el paso de los años al más ligero asomo de las condiciones que propiciaron su desarrollo en primera instancia. (2012)

Las movilizaciones actuales se caracterizan por el uso de las redes sociales para su convocatoria, de modo que surgen de manera supuestamente espontánea, auspiciadas por grupos sociales entre los que se cuentan el Movimiento Justicia Fiscal, Se Puede, Toy Jarto, Red de Acción Política, La Multitud, Juventud Caribe, Juventud Alianza País, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Foro Social Alternativo, Movimiento Campana Crece, Foro Ciudadano, Movimiento Articulación Nacional Campesina, Cero Desalojo. Dignidad Dominicana y Proyecto Zurdo. El uso de dichas redes posibilitó extender las protestas hasta el exterior.

Hay que destacar que estas manifestaciones ocurren sin la participación de las estructuras partidarias tradicionales, lo cual es señal de la crisis interna que atraviesan los partidos –situación que se verifica en el país al igual que en otros países de América Latina. Otro factor a tomar en cuenta es la permanencia de organizaciones viejas con nuevos grupos: entidades de la sociedad civil organizada como Participación Ciudadana y el Centro Bonó entre otras, respaldan las movilizaciones, hay una velada participación de integrantes de partidos políticos y algunos líderes políticos han expresado públicamente su apoyo a las protestas y se han integrado en algunas.

Ante este fenómeno, Meler refiere:

En los últimos años hemos asistido a una progresiva canalización de la vida política por afuera de las estructuras partidarias. Las elecciones en curso, en cambio, presentan ante nosotros un “viejo / nuevo” fenómeno: el resurgimiento de estructuras que conciben la lucha política en una multiplicidad de planos y frentes de conflicto, que incluye la presencia electoral, el armado territorial, la lucha gremial, etc. (2003).

Esta cita bien puede aplicarse a la realidad de los grupos que se manifiestan en el país, en los que la dinámica de la lucha abarca diferentes dimensiones. Sin embargo, no por eso hay que subestimarla.

La diversidad del repertorio utilizado es novedosa, con una simbología que alude a la situación planteada: “Día de luto” con vestiduras negras, “10 bocinazos contra la impunidad”, la “Marcha de los Pendejos”, vigilias y encendido de velas y velones, ataúdes, etc.

No obstante, los grupos sociales que convocan a las protestas no pertenecen a los sectores populares, más bien son parte de la clase media y media alta. ¿Implica su involucramiento la ocurrencia de cambios en las estructuras o sólo transformaciones coyunturales?

El caso de estos grupos en República Dominicana presenta sus particularidades: son de tamaño pequeño, con escaso número de integrantes, con una dispersión de liderazgo –de acuerdo a Fidel Santana, dirigente del FSA. Por un lado, carecen de una ideología clara, que en otros momentos constituyó el motor de las luchas populares. El constante uso del concepto “activismo” es reflejo de ello.

Destaca que su campo de acción se concentra en el Distrito Nacional, específicamente en el polígono central, y en algunas ciudades de provincias, en sectores de clase media, aunque también frente a los edificios de instituciones públicas. Estos grupos no tienen una cabeza visible y su organización está fragmentada por la existencia de varias tendencias. Otro elemento a tomar en cuenta es que las protestas no se corresponden con luchas populares, como señalan Tanaka y Campos Arenas en su definición, lo que implica la particularidad dominicana. Igualmente, en el contexto actual, no se manifiesta una lucha de clases. Sí que es evidente el empirismo que predomina en el accionar de estos grupos. Todas estas características permiten denominarlos como organizaciones movimientistas, en lugar de movimiento social.

Ante esta segmentación, la posibilidad de un estallido social es improbable, ya que la movilización debe estar dirigida por una organización con solidas estructuras y un liderazgo claro.

En definitiva, los procesos democráticos suponen la solidaridad interna y externa de los actores. Sin embargo, la organización debe poseer estructuras que posibiliten la discusión para arribar a propuestas que contengan soluciones alternativas para negociar el conflicto, en lugar de debates “que no crean nada y no mejoran nada”. 

 

Bibliografía

  Campos Arenas, J. (2009, mayo 14). El mal del movimientismo. En Rebanadas de realidad. Obtenido el 7 de
       diciembre de 2012 desde
http://www.rebanadasderealidad.com.ar/sutota-09-04.htm

Cuesta, M. (2012, noviembre 29). Revolución de la geografía social de la protesta en República Dominicana.
En OPD. Obtenido el 7 de diciembre de 2012 desde
      
http://www.opd.org.do/index.php?option=comcontent&view= article&id=483&Itemid=69

García, R. V. (sf). Movimientos sociales: enfoque clásico vs contemporáneo.
En Vértices Psicológicos. Obtenido el 7 de diciembre de 2012 desde
       http://www.aulafacil.com/psicologia-tratamiento/curso/movimientos-sociales.htm

Martí i Puig, S. (2004) Los movimientos sociales. España: Instituto de Estudios de Universidad de
Salamanca Iberoamérica y Portugal Obtenido el 7 de diciembre de 2012 desde  
       
http://campus.usal.es/~dpublico/areacp /materiales/Losmovimientossociales.pdf

Meler, E. (2009, mayo 13). El renacer del movimientismo. En Con una ELE, Obtenido el 7 de diciembre
       de 2012 desde 
http://ezequielmeler. wordpress.com/2009/05/13/el-renacer-del-movimientismo/

  Tanaka., M. (1999). La participación social y política de los pobladores populares urbanos
  ¿del movimientismo a una política de ciudadanos? : El caso de El Agustino.
       Perú: Instituto de Estudios Peruanos.

Notas


1. El autor es un sindicalista que al referirse a la lucha de clases entre sindicatos y patronos en Perú llama la atención acerca de algunas desviaciones que es como considera al movimientismo.

2. Sic

3. Tanaka alude al caso de El Agustino, un barrio popular de Lima, y explica que es especialmente revelador, ya que está referido a la dinámica de las organizaciones popularesy el desplome tan abrupto de la izquierda en este lugar.  Este tipo de organizaciones funcionan más como grupos de interés particular, antes que como “movimientos sociales”. Además, hace referencia aalgunos problemas de representación de las organizaciones existentes, las distancias entre estas y la población en general.