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“Nadie quiere ir a un país donde su vida no tiene garantía y la vida no tiene garantías en ninguna parte, pero hay sitios donde es más alto el porcentaje o la probabilidad de perderla”, indicó la diputada Maria Glotirde Gallard en entrevista a Flor Batista Polo, coordinadora de la Unidad de Poder Legislativo.

 

Flor Batista Polo
Coordinadora Unidad de Poder Legislativo

 

Santo Domingo, 8 de mayo de 2018

maria glotirdeMaría Glotirde Gallard. Nació el 3 de junio 1962 en Pedernales. Obtuvo el título de diseñadora de modas en Bellas Artes y realizó varios cursos de costura, secretariado ejecutivo, oratoria y contabilidad. Desde muy joven se sintió atraída por la política y en 1977 se involucró en varias actividades proselitista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

En el tren gubernamental ocupó durante 12 años la Dirección de Deportes del Ministerio de Deportes y Recreación en Santo Domingo Este. En 2005 participó en las elecciones municipales buscando alcanzar una regiduría, no obstante, debido a los acuerdos políticos no pudo ocupar el puesto. En el sector privado fungió como encargada de personal de Almacenes Noria. También fue encargada de personal en una de las empresas subsidiarias de Sederías California.

Actualmente es diputada por la provincia Santo Domingo, por la circunscripción núm. 3 y miembro de las comisiones permanentes de Deportes, Educación Física y Recreación; de Niñez, Adolescencia y Familia; de Presidencia de la República y de Trabajo.

FB: Diputada, recientemente usted depositó un proyecto de ley que busca establecer en las instituciones públicas y privadas arcos detectores de metales. ¿Le gustaría explicarnos esta iniciativa?

MG: Básicamente, la propuesta lo que busca es la prevención y protección de los ciudadanos a través del establecimiento de arcos detectores de metales en las entradas de las principales instituciones públicas y privadas. Las universidades, escuelas, bancos comerciales, metros, teleféricos, estadios de deportes, fiestas, conciertos, espectáculos, fiscalías, hospitales, cárceles, centros de diversiones y las instituciones muy concurridas estarán en la obligación de colocar estas herramientas.

Particularmente, he sido testigo en algunos hospitales públicos de la desesperación de los usuarios y sus familiares. Por ejemplo, cuando alguien tiene a una persona enferma, un paciente en urgencia, los familiares queremos que el nuestro sea el primero que atiendan. La desesperación y el miedo pueden ser peligrosos y aunque a veces no sea el que esté más grave, nosotros entendemos que es así. En ese tipo de situaciones, he visto como agreden a médicos verbal y físicamente, entonces, eso es precisamente lo que busca prevenir el proyecto. Trata de evitar este tipo de casos. Esto se debe a que todos los esfuerzos del Estado deben de estar encaminados siempre hacia la prevención y protección de los ciudadanos, un asunto que no es nada fácil.

FB: ¿Qué motivó la creación de la propuesta?

MG: Son varias razones. La primera fue el sabotaje hace varios años en el Metro de Santo Domingo donde un joven -quizás con problemas emocionales, con depresión o algo quiso brillar o hacer notoriedad- llegó con una sustancia inflamable y provocó graves daños en esta instalación, afectando a varios usuarios de este método de transporte. El Metro es un transporte masivo de personas y cuando pasa algo, es evidente que afectará a más de una persona.

El segundo motivo fue la muerte del alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, que fue atacado en su oficina y la persona que cometió el hecho tenía dos horas con un revólver en el bolsillo y no fue detectado antes de ingresar a la institución gubernamental. A veces uno, como todos los seres humanos, tenemos arranques, hay momentos en los que nos sentimos mal. Pero si el tiempo pasa, te calmas, piensas y dices: “Gracias Dios que pude controlarme”.

En el caso que te mencioné, si hubiese habido un detector de metales donde estaba Juan de los Santos, en la institución, es posible que esa persona no pudiera cometer el crimen allí. Eso le iba a dar tiempo a que él pensara, analizara bien la situación.

Otra situación de violencia que se observó fue en una escuela, una situación que involucró a niños. Los seres humanos imitamos acciones y cosas. Por ejemplo, ¿por qué hablamos el idioma castellano nosotros? Sencillo, porque nuestros padres hablan ese idioma. Si yo hubiese nacido aquí y me mandan a China el mismo día, no hablara español, hablara mandarín. Esto quiere decir que la conducta de un ser humano es un acto repetitivo de aprendizaje. Cada vez que un hombre mata a una mujer, el otro lo guarda en su psiquis y cuando le pasa algo dice “así mismo yo le voy a hacer a mi mujer”.

Nosotros como legisladores y legisladoras tenemos el compromiso de dejar cosas importantes para nuestro país. Mi deber como tal, es dejar un marco regulatorio en un tema que nos agobia, la violencia y la delincuencia. Por estos motivos surge este proyecto, estamos trabajando en la prevención.

FB: La pieza se centra en los lugares públicos cerrados limitando la tenencia de armas en estos espacios; sin embargo, muchos casos de violencia con estos artefactos se dan en lugares públicos abiertos como los parques y calles, un aspecto que trata la Ley de Armas del país. ¿Cuál es su opinión sobre esta normativa y los requisitos para el porte y tenencia armas de los civiles?

MG: Pienso que el Estado, la sociedad civil y el empresariado quedan muy afectados, porque cuando alguien decide cometer un atraco, una agresión, está agrediendo al Estado, a la sociedad civil y al empresariado. Tenemos que comprometernos, no podemos dejarle todo al Gobierno. Todos tenemos que poner un granito de arena.

Como política nunca voy a hacer diligencias para que nadie porte un arma. Porque buscamos limitar y frenar la delincuencia, pero cuando tenemos la oportunidad de ayudar a alguien para que obtenga un arma, ¿por qué lo hacemos?, ¿en qué estamos?, ¿estamos en eso o en aquello? No todo el mundo está preparado para portar un arma, no todo el mundo.

Para que una persona obtenga un arma tiene que tener una evaluación psicológica, hay que establecer un perfil. Una persona con baja autoestima es una bomba de tiempo y las personas tenemos que estar preparadas para confrontar problemas en la vida y saber lidiar con ellos sin ofender, sin llegar a la violencia. Eso es lo que nosotros percibimos, si queremos que se regule el uso de armas, entonces, tenemos que trabajar la parte emocional primero. Precisamente, ahora estamos sometiendo un proyecto de ley de educación emocional que va de la mano con este proyecto.

Cada legislador es parte fundamental del Estado, somos el primer poder del Estado y tenemos que ayudar al Ejecutivo, no importa de qué partido usted sea. Si nos ponemos todos a esto, podemos salir adelante con este flagelo de violencia, pero es todos: sin hipocresía, sin media tinta.

FB: ¿Cree usted que puede aplicarse de manera efectiva la implementación de los arcos detectores, incluso con los bajos niveles de institucionalidad que tiene el país y la inversión estatal que esto conllevaría?

MG: Sí creo, el Estado y el presidente Danilo Medina, que ha manifestado su interés en la prevención, lo van a hacer. Yo estoy segura de que el presidente lo va a hacer, porque es una marca país lo que nosotros tenemos ahora mismo. Esta cuestión de la violencia, la delincuencia, está afectando al turismo y lo seguirá haciendo. Nadie quiere ir a un país dónde su vida no tiene garantía y la vida no tiene garantías en ninguna parte, pero hay sitios dónde es más alto el porcentaje o la probabilidad de perderla.

Sin temor a que nadie se sienta mal, yo soy una legisladora del PLD y yo amo al presidente, amo a mi partido; pero yo quiero que mi presidente quede bien. Yo no quiero que cuando las encuestas hablen de la principal preocupación de los dominicanos que esta sea la delincuencia. Porque eso va en detrimento de mi partido y de mi Gobierno. Estoy segura de que las instituciones con su presupuesto pueden hacerlo, porque cuando ellos quieren hacer cosas, las hacen. Cuando quieren cambiar el logo, pintar… y este proyecto de ley también es seguridad para ellos, porque los políticos tenemos enemigos gratuitos. Por lo que te mencioné, no creo que haya resistencia a esta pieza, además, se va a observar quién tiene el interés real de frenar este flagelo.

Cada institución tiene un presupuesto. ¿Qué tan caro sale un arco, un detector de armas de fuego y armas punzantes? Es uno en cada puerta principal. En los centros comerciales… Por ejemplo, Megacentro tiene cuatro o cinco puertas y tiene que colocar cinco arcos; eso va en beneficio de la misma plaza, porque la gente se va a sentir con seguridad.

FB: Debido a que se instalarían estas herramientas en lugares públicos y privados muy concurridos, el tiempo de espera al acceso a estas instalaciones podría retrasarse, generando la molestia e inconformidad de los usuarios. ¿No considera que afectaría la eficiencia en estos centros y sus servicios?

MG: No creo que afecte la eficiencia de esos negocios, ni los servicios. Las leyes son de carácter obligatorio y cuando esta propuesta sea aprobada, entonces, veremos el nivel de aceptación que tiene en el sector empresarial especialmente. Este sector se vive quejando de la falta de protección, de que son vulnerables. Entonces, yo creo que todo el mundo va a apoyar esto, porque entonces se va a ver la doble moral.

FB: ¿Cuál es el estado actual de la pieza y qué espera usted que pase con ella al final de la legislatura?

MG: En este momento se encuentra en la Comisión Permanente de Interior y Policía, estaremos próximamente debatiéndola con los miembros de esta comisión, porque es el procedimiento a seguir, a pesar de que todos los legisladores están de acuerdo con la propuesta. Por el momento es necesario socializar la propuesta, porque debido a los niveles de inseguridad yo no creo que haya un dominicano que se oponga a esta propuesta o no lo apoye. Tampoco creo que haya una persona de ningún partido que se oponga. La seguridad no tiene color. Este es un compromiso de todos.