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La investigación, realizada por el Observatorio Político Dominicano (OPD-FUNGLODE), plantea que a pesar de que la sociedad civil y las organizaciones internacionales han unido esfuerzos para cumplir con los estándares internacionales para la recolección de basura, el Estado no otorga los suficientes recursos a los municipios.

 

(Santo Domingo, 3 de marzo de 2015). Un análisis publicado por el Observatorio Político Dominicano (OPD), entidad adscrita a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), destaca que urge la necesidad de entregar el 10 % del presupuesto del Estado a los gobiernos locales para ejecutar obras que permitan mejorar la recogida y disposición de los residuos sólidos en sus demarcaciones.

El informe plantea que aunque la sociedad civil, a través de las juntas de vecinos, los gobiernos locales, el Ministerio de Medio Ambiente y las organizaciones de la cooperación internacional han unido esfuerzos para cumplir con los estándares internacionales en la recolección adecuada y la disposición final de calidad de los residuos sólidos en el país, todavía las gestiones están incompletas.

El estudio “Los desechos sólidos en la República Dominicana: su proceso y destino final”, de la autoría de Ruth Ferreras, investigadora de la Unidad de Gobierno Local del OPD-FUNGLODE, apunta. que el artículo 3 de la Ley núm. 166-03 estableció en 10 % el monto que deben recibir los ayuntamientos como partida del presupuesto de ingresos y gastos públicos del Estado, pero este porcentaje nunca ha sido entregado completo.

“Los municipios se tienen que valer de otras formas de ingresos establecidas por las leyes, tales como los cobros por la recolección de los residuos, el uso de espacio público, vallas publicitarias, edificaciones y uso de suelo, entre otras”, puntualiza el documento.

El análisis explica que en consecuencia, los ayuntamientos tienen gestiones deficientes en la recogida y disposición final de los residuos, como el caso del ayuntamiento de San Cristóbal que tuvo que ser intervenido por la situación inmanejable de salubridad.

“Los puntos y demarcaciones con más altos niveles de contaminación atmosférica en el país, aparte de San Cristóbal, son Santo Domingo, Santiago, La Vega, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel, La Romana y la frontera entre Haina y Santo Domingo Oeste”, enumera Ferreras.

El informe también versa sobre la forma en que los gobiernos locales de República Dominicana han gestionado la disposición final de los residuos sólidos y desglosa las buenas prácticas de los municipios sobre la materia.

Iniciativas a favor del medio ambiente

El análisis del OPD-FUNGLODE revela que ante la situación, se están ejecutando varios proyectos para minimizar la basura en las zonas más contaminadas en el país.

“En agosto de 2006 se creó una estación de transferencia en el barrio capitalino Villas Agrícolas, un esfuerzo conjunto de la Unión Europea, el Programa de Saneamiento Ambiental de Barrios Marginados (SABAMAR) y el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), iniciativa que reduce el tiempo en que el camión hace la recolección. Allí la basura que llega en los camiones se clasifica, se pesa y se envía al vertedero en camiones de más capacidad”, señala el documento.

Ferraras manifiesta que otro es el Programa de Cooperación Descentralizado en Saneamiento Ambiental en Barrios Marginales de Santo Domingo, que ejecuta la Oficina del Ordenador Nacional para los Fondos Europeos de Desarrollo (ONFED) y a través del cual se recolectan los residuos sólidos en 16 barrios carenciados de la ciudad.

“También este año se ha iniciado un plan de manejo integral de desechos sólidos entre el vertedero de Duquesa y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Además un proyecto piloto para el saneamiento y rehabilitación de los ríos Ozama e Isabela, elaborado por la Coalición Río y que recientemente fue presentado a la membrecía de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMRD) para su conocimiento y valoración”, alega el informe.

El análisis indica que aparte de proyectos de entidades particulares o estatales, a partir de la educación ciudadana en cuanto al manejo de desechos sólidos, algunos municipios han tenido buenas prácticas, como es el caso de San José de las Matas.

“Este municipio desarrolló un programa denominado “Basura cero”, el cual moviliza a la población y las autoridades locales para abordar el manejo de la basura de una manera ambientalmente amigable. San José de las Matas se ha logrado movilizar a la ciudadanía a partir de la integración de las juntas de vecinos y los grupos comunitarios, el saneamiento de las cañadas y los lugares contaminados”, destaca la investigación.

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